Me encantaba asomarme por estas ventanas. Estaba prohibido: el estado de los balcones era peligroso para salir de forma tan despreocupada. Pero yo las abría cuando tenía ocasión. Y me encantaba ver esos grutescos tan fantásticos. La Cruz de Santiago adornaba todos los paneles -símbolo de todo el edificio- y a su alrededor todo eran símbolos militares, guirnaldas de flores, armas, condecoraciones, pequeños sonrientes putis, monstruos medievales, serpientes venenosas, flores y pelícanos, pájaros orientales y místicos renaciendo entre plantas misteriosas... era un plateresco magnífico.
Me apasionaba admirar esos relieves que se conservaban intactos después de tantos siglos, pensar en las manos que los tallaron. Todavía se veían en ellos los rastros de un estupendo pulido y las huellas de un cincel finísimo. Las bocas abiertas enseñaban dientes perfectos; las manos, uñas increibles; los cabellos, renacentistas peinados magníficamente labrados. Era un placer para mí palpar con mis manos aquellos maravillosos miradores llenos de conchas perfectamente esculpidas, rozarlas suavemente con los dedos... y mirar el impresionante paisaje decadente de aquellos otoños en que los chopos ardían entre colores amarillos y rojos intensos... Me resultaba impresionante esos otoños tan increiblemente bellos.
Hoy, mirando desde abajo he descubierto un nuevo tesoro en esos muros. Cuando construyeron el Monasterio, de forma casual y en el trazado de un camino para el traslado del material, dieron con la perdida ciudad romana de Segóbriga. Ahí estaba enterrada y sabiamente escondida por el tiempo. Pero, ¿cómo no re-utilizar todo aquellos olvidados sillares de la mejor piedra romana caliza para elevar el nuevo edificio de la Orden de Santiago?. Así lo hicieron... Por eso, hoy encontramos en sus muros inscripciones misteriosas, como ésta que ilustra el presente panel y que hace referencia a un tal JULIVS CELTIBER -sólo hay que aumentar la 3ª foto para verlo-. ¿Una lápida funeraria? ¿una estela dedicada a un dios? ¿un recuerdo por una donación?... no sé! Pero cuando en el siglo XVI encontraron esta bellísima piedra en la Ciudad Romana de Segóbriga, no dudaron en trasladarla e insertarla en la bella fachada plateresca de ese edificio.
Hoy sigue allí custodiada entre las dos ventanas del refectorio. Fue un placer desayunar, comer y cenar junto a JULIVS CERTIBER durante tanto tiempo.
Para más información: http://www.segobrigavirtual.es/museo.aspx
NOTA BENE: Los pueblos celtíberos según Estrabón:De los cuatro pueblos en que están divididos los celtíberos el más poderoso es el de los arévacos, que habitan la región oriental y meridional y son limítrofes de los carpetanos y vecinos de las fuentes del Tajo. La más famosa de sus ciudades es Numancia, cuyo valor se demostró en la guerra de veinte años que sostuvieron los celtíberos contra los romanos; luego de haber destruido varios ejércitos con sus jefes, los numantinos, encerrados tras sus murallas, terminaron por dejarse morir de hambre, a excepción de los pocos que rindieron la plaza. Los lusones, que pueblan la parte oriental, limitan también con el nacimiento del Tajo. De los arévacos son las ciudades de Segeda y Pallantía. Numancia dista unos ochocientos estadios de Cesaraugusta que, como hemos dicho, se alza en la orilla del Ebro. Tanto Segóbrida como Bílbilis son ciudades de los celtíberos... Posidonio dice que Marco Marcelo pudo sacar de la Celtiberia un tributo de seiscientos talentos, de lo que se puede deducir que los celtíberos eran muchos y dueños de abundantes bienes, aunque habitasen en una región tan poco fértil...
3 comentarios:
En esa época en la que se construían casas con materiales de verdad... para que dudasen la eternidad, era casi obsceno no reutilizar los materiales... dichoso tu de germinar entre tanta cultura.
¿Y lo vendiste con lo bonito que es?
Hm: jajaj!... Bueno, germino como puedo! jajaj!... Unos días echo raices y otros días espinas... Unos flores y otros, cardos! jajaj!!!... Pero, sí! resulta muy curioso descubrir y observas esos detalles... esos materiales reutilizados son, casi siempre, interesantísimos.
Stultifer: ¡No pude resistirme a la presión inmobiliaria, Stulti! Ahora, estoy muy muy arrepentido!... jajajaj!
Saludos, besos a ambos!!! Angel
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