A la ya disputa entre Derecha e Izquierda, en uno de cuyos bandos todas las circunstancias se empeñan en introducirnos sin tener en cuenta que en España la derecha ya no es derecha ni la izquierda es izquierda sino que pueden llegar a ser todo lo contrario, ahora resurge un nuevo Prototipo de político: El Alcachofo.
El Alcachofo es aquel político que por su oportunismo no duda en ir de un sitio a otro, siempre desde la perspectiva de enriquecer su bolsillo.
A lo largo de la historia ha habido miles de Políticos Alcachofos en sentido estricto en este País: puedo traer aquí a colacción a Cristina Almeida, por ejemplo. También a chaqueteros tan evidentes como la Princesa de UPyD o a la antigua alcaldesa califal de Córdoba. Por citar a algunos. Todos ellos pueden ser catalogados de Alcachofos menores dado que milagrosamente un día descubrieron -como San Pablo- las evidentes oportunidades monetarias que les reportaría cambiar de partido y de ideología de un día para otro. Así, los Alcachofos, pasaban de la derecha a la izquierda, de la izquierda a la derecha, del Progresismo al Conservadurismo y si era necesario al comunismo o al fascismo... ¡da igual! El caso es sentir beneficiado monetáreamente el bolsillo.
Pero es que en estos tiempos se está dando un fenómeno nuevo: El Gran Alcachofo. Aquel que no duda en crear un Cisma como las primeras herejías Cristianas y cual Arriano niega la divinidad del Dios Supremo (el Presidente de su Partido Político) al cual debe reverencia, sumisión y respeto. El Arriano Alcachofo es aquel ser tan vulgar que aplaude cuando con ello le va bien y ensalza cuando algo consigue y crea un Cisma cuando ya no le dan lo que quiere. O sea, el típico ser despreciable que dejando marginada la dignidad es capaz de aplaudir todo tipo de ideas cuando le va bien y despreciarlas cuando le va mal.
El Arriano Alcachofo es un ser tan amante del Protagonismo que no duda que como Hijo Supremo ha existido incluso antes que desde su propia encarnación.
Es el típico ser tan repulsivo que uno duda cómo siendo todavía peor su propia esencia que la ideología de la que dimana, puede haber Criaturas que sientan veneración por él. Y curiosamente, estos Seres Alcachofos siempre tienen un Comité de admirdores que dan lugar a la Secta. Cosa curiosa. Y es que el género humano siempre es idiota por naturaleza... ¡qué le vamos a hacer!
¡Claro! Estos seres tan Alcachofos llevan consigo su propia penitencia, pues sin darse cuenta -sumidos en su prepotencia y su gran soberbia- un día se encuentran con que se ha convocado un Concilio de Nicea y son desterrados del Credo oficial.
¡Ay entonces! El Alcachofo se transforma en un escorpión. Y es capaz de lanzar su veneno contra su anterior maestro y si es preciso contra el Padre Creador que le insufló cierta naturaleza Divina. Y es entonces cuando da origen a "Foros" de supuesto librepensamiento donde no se piensa nada y cuyo único mandamiento es Adorar al Alcachofo: "Amarás al Alcachofo como a tí mismo y a los demás, que les den por culo".
Pues eso... Esta España nuestra se está convirtiendo -además de los problemas que tenemos ya- en una España de Nuevos Alcachofos: Seres con un protagonismo tal, que son capaces de vender a su padre con tal de figurar y estar siempre en el banquete, en el entierro, en la boda y en la comunión.
Ahora que, llegará el día -Oráculo de Yavhé- que a todos los alcachofos se les insuflará una ensalada de hostias... y sacarán los mismos escaños que el partido contrario. Y será ahí donde otra Alcachofa menor habrá de decidir sobre el Camino a seguir en esta vida.
A fin de cuentas.... El Principado es un tipo de ángel. Y ¿qué mejor ángel para el Principado que este Ser tan Alcachofo entre los Alcachofos menores de esa tierra? ¿No quiere el Pueblo Alcachofos? ¡Pues qué mejor cosa que el Gran Alcachofo entre los Alcachofos?
Pues eso... Por Andalucía o por Asturias, nuestras Comunidades son Comunidades de Alcachofos!. Así Sea.