viernes, 26 de junio de 2009

Salvador Carmona



Y después de tanto lujo erótico, una llamada al ascetismo. Es lo que le pide el cuerpo a nuestro amigo Thiago quien durante el verano se siente muy inclinado a la meditación y a la oración.

Los vecinos de la localidad se afanaron en salvar de la hoguera estas magníficas tallas de Luis Salvador Carmona -escultor español del Siglo XVIII- durante la guerra Civil española. Al parecer las escondieron en un pajar -no es lo que piensas, Thiago-, entre los restos de pajas e inmundicias de los animales y protegidas por los borricos, caballos y gallinas de la finca. Cuentan los ancianos que durante las noches los paisanos iban y las cambiaban de sitio para que los milicianos no pudieran encontrarlas. Y así, consiguieron salvarse. Fueron las únicas que entre la multitud de obras de arte de la localidad pudieron volver a renacer tras la contienda. Eso sí, no tuvieron el mismo privilegio obras de grandes pintores, escultores y el Belén de La Roldana que se convervaban en los conventos y parroquia de la villa. Todas ellas recopitadas gracias al empeño de los Marqueses.

Una de estas obras se expuso, incluso, en la Exposición Unviersal de Barcelona de 1929 como expresión de la mejor imagenería religiosa española. Y es que, lo es. Siempre que tengo ocasión y paso por allí, paso a contemplar la belleza de estas tallas. Ésta en concreto representa a San Francisco meditando y contemplando a la Muerte. El Santo, con mirada serena contempla una calavera que sujeta en una de sus manos. La mirada intensa y pacífica de San Francisco me resulta inquietante, además de tremendamente hermosa. Nos parece decir que nada, nada en la vida es tan esencialmente importante como para perderla en ello. Que todo pasa, que todo es caduco, que a esa intensa hermosura del rostro del Santo se contrapone la extrema fealdad de esa calavera dañada por la muerte. Ella no perdona a nadie. Siempre está ahí. Ni siquiera los poderosos pueden sustraerse a su visita y queramos o no, un día ella nos igualará a todos.