martes, 28 de septiembre de 2010

¿Huelga?




Los sindicatos me tienen harto.
Aunque yo no comprendo esa hipocresía sindical de convocar una huelga general cuando has estado seis o siete años haciendo seguidismo de la política económica de un gobierno que ha llevado al país a la bancarrota y al borde de la quiebra, comprendo que los Sindicatos españoles convoquen una huelga General.
Eso sí, no entiendo ni contra qué ni contra quiénes la han convocado. Porque de seguir así, los sindicatos van a acabar por convencernos de que han convocado una huelga contra los constituyentes de 1812.
Harto de soportar al liberado sindical que suele pasar por aquí cada mes a hacerse presente sin resolver absolutamente nada y cobrando por el morro mientras el resto de compañeros se dejan los ojos todas las mañanas en las malditas pantallitas del ordenador, ahora también tengo que soportar, al llegar al casa, ver una pintada en el muro de la urbanización haciendo un llamamiento al 29-S. ¡Lo que faltaba!. Estos mugrosos sindicales, se dedican ahora a pintar muros y paredes, ensuciando la ciudad y lo que es mucho peor, sus monumentos.
Y es que muy cerca de casa, hay un paraje en el cual se encuentra edificada una pequeña ermita del siglo XVIII, lugar donde antaño la gente iba a pasear y pasar la tarde tranquilamente.
Pues, ni el patrimio respetan estos "mugrosos". Ahora se dedican a pintar los muros hasta de los monumentos, cabreando a la ciudadanía y a los amantes del arte y del patrimonio.
Defintivamente, este País no tiene remedio. ¿Por qué no protestar como los de la siguiente foto en vez de ensuciarlo todo y repintar momumentos? ¡No lo entiendo!
Claro que ver a Toxo así...

sábado, 25 de septiembre de 2010

¡Mi avatar!





Y es que, estoy de moda.

Y si no... pregúntenselo a Jeremy Bilding. No ha podido evitar hacerme este homenaje.

¿Se puede pedir más?

¡Gracias Jeremy!

jueves, 16 de septiembre de 2010

Rumanos "IN"


A mí, todo este alboroto sobre los Gitanos/Rumanos que se ha movido en Francia gracias al Emperador de las Europas, César Augusto de las Francias y Grandísimo Delfín SARCOSÍ, me está poniendo de los nervios.
¿Y qué tienen los Gitanos/Rumanos para que este Señor con ímpetus de Imperator Rex se haya propuesto expulsarlos de La France "Allons enfants de la Patrie" para devolverlos a la miseria de La Rumaní "sero points"? De verdad que no lo entiendo.
Martes 21: Uno monta al tren. Sí... ese tren español que tarda tres horas en hacer cien kilómetros de recorrido. Mientras subía, me preguntaba: "¿a ver qué es lo que me encuentro hoy aquí?
No me encuentro nada en absoluto. Tren vacío con un Ángel en el vagón "number one" como único viajero. Todo bien.
Requena: Tren que para. Suben varios pasajeros que se dirijen a vagones traseros. Ángel muy tranquilo leyendo su "Bomarzo".
De repente... alguien viene. Un tiazo impresionante que, teniendo el vagón vacío, va y se sienta justamente a mi lado, retirando para ello los restos embolsados de mi merienda.
Miro de reojo... muy moderno. Demasiado... Póngo el rádar... ¿? ¿?... Lleva gorra amarilla del encuentro con las familias del Papa en Valencia... Un carca, pensaba yo. Un joven parroquiano guarrote de los que llevan pequeñas cruces de madera... carismático quizás. No... neocatecumenal no me cuadra. Opus, de ninguna de las maneras... demasiado guarro y demasiado moderno.
Me mira... me sonríe y pregunta si puede recarcar su ipod en algún enchufe del tren.
-De ninguna de las maneras. Imposible. Este trasto no lleva enchufes -el único enchufe es el mío, pienso yo-, le respondo.
-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhh! -alarga su mano, mientras miro de reojo levantando mis ojos del estupendo libro que voy leyendo-. ¡Qué guapo! ¡Qué simpático! ¡Qué sonrisa más bonita! -dice el parroquiano mientras acaricia mi pantorrilla cruzada sobre la que apoya la lectura.
De repente... apoya su cabeza sobre mis hombros. ¡Este quiere lío! -pienso yo-...
-¿De dónde eres? Le pregunto.
-Soy de Rumanía.
¡Dios mío!... Un Rumano... cuadrado, guapo y demasiado cariñoso... Estoy perdido -pienso yo- ... Éste me pega una paliza y me desvalija los 170 euros de la cartera... No tengo solución. Y como no la tengo, lo mejor es seguirle el juego y ponerme cariñoso.
Me pongo cariñoso... el Rumano va desatascando su historia. Me dice su nombre... Yo le digo -dado su historial- que me llamo Luis.
Historial: El Rumano huye porque al día siguiente tiene un juicio en mi ciudad de procedencia por maltrato, amenazas y por ponerle un cuchillo a su novieta en el cuello. ¡Dios!... Pero... ¿por qué me pasarán a mí estas cosas? -me pregunto... Alguien que sabe de mi labor profesional puede entender mi estupor ante lo que me cuenta. Confiesa: No va a presentarse al juicio porque el fiscal pide seis años de prisión (¡exagerado fiscal!) y tiene la intención de cruzar la Frontera -vía Barcelona- con Francia esta misma noche. Pero es que además, confiesa, tiene pendiente 20 juicios más por robo con fuerza en las cosas...
-Entonces... ¿tú piensas que me meterían en la cárcel en caso de comparecer?
-¡Hombre! Pienso que quizás no... (¡Jesús!... lo raro es que no estés ya en ella)... pero eso no te lo puedo asegurar.
-¡Uy! Tú sabes mucho de todo esto... ¿no conocerás al Juez que me quiere juzgar? (¡ésta sí que es buena! ¡ésta sí que es buena!... A éste yo ya no le digo ná)...
-¡Mira!... ¡haz lo que quieras!...
-Sí... eso voy a hacer... dentro de seis meses me quemo las huellas dactilares con una plancha de asar y vuelvo de nuevo... ¡Eso voy a hacer! -dice el Rumano, que nada tiene de parroquiano-
-¡No hombre! ¿cómo vas a hacer ese disparate?
-¡Ah! ¡claro que sí! Si a mí me gustaría cortarme las tetas... (de repente, se levanta la camiseta y me enseña el torso musculoso con unas quemaduras)... ¡mira! ¡ésto me lo hice el otro día en unas apuestas! son quemaduras de cigarrillos... yo, lo soporto todo, y me quemo las manos y vuelvo en unos meses.
¡Dios mío, Dios mío!... Pero ¿por qué me pasarán a mí estas cosas? -sigo pensando-
El Rumano guarda silencio, caya... me mira (ahora saca la navaja y me raja, ¡seguro!), sonríe, me vuelve a acariciar las piernas (¡estoy muerto!)... miro mi libro, el rumano me mira...
-¿Sabes?... -me dice- Las tías son todas unas putas. Una mierda... No me follo más a una tía. ¡Ya está!... Yo, antes de liarme con una tía... me hago Maricón.
Buena conclusión... el tren para y el rumano sale despedido diciéndome adiós y dándome la mano.
Creo que a estas horas, el Imperator Rex Sarcozí ya tiene otro problema más en Francia.