jueves, 22 de enero de 2009

Mis vacas



Cuando Thiago me recomendó estas fotos, vinieron a mi memoria las Vacas de mi Colegio.
Eran unas vacas sacrificadas y todas las mañanas nos aportaban leche diaria para el consumo de los alumnos. Una leche estupenda.
Más tarde, el rector de turno, decidió que tener ganado propio ya no estaba de moda y desprendiéndose de tan noble animal, entró en el comedor la Leche "Pascual". Nada que ver con la leche de nuestras antiguas vacas.
Pero lo que no pude nunca imaginar es que alguien se acordara de mí cuando viera una vaca. Eso mismo es lo que, al parecer, le ha ocurrido a Thiago según cuenta en un comentario de su estupendo blog.
Claro que, al ver la vaca, me he sentido muy piropeado, porque, ¿quién va a negarme que esta vaca es realmente bella?
Definitivamente Thiago me tiene en una gran estima.
Gracias, pequeñín!

PD Al parecer, las fotos de Thiago suponen una muestra de la última exposición al aire libre que hoy mismo encontramos en Madrid.

¡Thiago! ¡Yo quiero esa vaca para mí!

sábado, 10 de enero de 2009

ματαιότης ματαιοτήτων τὰ πάντα ματαιότης‏


A veces pienso que el ser humano debiera estar siempre desnudo en la vida. Sin atamientos, sin obsesiones materiales. En plena libertad y en pleno desprendimiento.
Normalmente las fiestas navideñas son, para mí, una ocasión para enfocar de nuevo mi vida hacia la idea del desprendimiento. En realidad, suponen un hartazgo de todo el mundo material que nos rodea. Y en estos días, suelo repensar lo absurdo que es esa fijación nuestra por acaparar todo en esta vida. Es entonces cuando me viene a la memoria el texto griego del Eclesiastés: Mataiotes Mataiotetos, Panta Mataiotes -Vanidad de Vanidades, todo es Vanidad-. Un libro bíblico precioso. Ganas me dan de imprimir cientos de ejemplares y repartirlos gratuitamente en las entradas del Corte Inglés cuando veo a esas "Chotonas" comprando como posesas todo tipo de prendas y artilugios consumistas. El mundo ha perdido la cordura, me digo yo.
Todo es Vanidad. Y ciertamente, es en estos días de Rebajas, es cuando más incisiva se me impone la idea.
Trasladarme y empaquetar todos los trastos de mi antigua casa ha supuesto para mí darme cuenta de la cantidad de chismes que he atesorado sin conocimiento alguno. Ha salido de todo: prendas que no me he puesto todavía, adornos varios que me han ido regalando y que he ido guardando por no saber dónde ponerlos y artilugios varios, en mi afán de no tirar nada por si algún día pudieran servirme para algo. Pura Vanidad.
Ir hoy de compras me ha servido para reflexionar sobre la idiotez humana. Cientos de señoras comprándolo todo. Prendas -miles- amontonadas en tiendas de marca. Multitud removiendo alocada y deshumanizada. No compré nada. Pura Vanidad.
Llegar al pueblo y ver el estilo de vida de gente que por genealogía era de la más humilde. Hoy su descendencia luce vanidonsamente unos cochazos al más puro estilo del Marqués de turno. Audis, Mercedes y grandes marcas atascando las estrechas calles donde han de realizar cientos de maniobras para poder circular dada su estrechura. Pura Vanidad.
Y ya, el colmo, llegar a mi actual trabajo y descubrir que todos los dueños de esos cochazos resultan que se encuentran embargados por no poder afrontar las letras mensuales. Pura Vanidad.
Y yo me pregunto: ¿no sería mejor que todos supiéramos disfrutar de nuestra propia desnudez? Quizás hemos 0lvidado el sabor de la libertad. Estamos atados de pies y manos por un mundo material donde, como decía el Eclesiastés, Todo es Vanidad.
Por eso, hoy, yo quiero verme y sentirme como los Guapos de estas fotos. Es triste que no queramos ver la denudez nada más que en una película porno.
Deberíamos ir desnudos más a diario. Sin Vanidad.

viernes, 9 de enero de 2009

Ángeles







Impresionado ante tal cantidad de especies angelicales, no dejó de sorprenderme el encontrarme un Ángel tan vulgar en el nacimiento de la Parroquia de mi localidad.

Los habían "Ángeles", también "Arcángeles"; los había, "Tronos", "Dominaciones" y "Potestades". También "Querubines" y "Serafines" e incluso "Principados", "Virtudes" y "Custodios". A mí, particularmete, me gustaron siempre los "Putis" porque resultaban un tanto más liberales y más graciosos. ¿Quién no ha sentido en alguna ocasión la protección de un ángel Puti?. O, ¿quién no se ha dejado seducir por alguno de estos Putis angelillos?. Yo sí.

Pero ese Ángel era verdaderamente horrible. Ahí estaban la Virgen y San José, un pequeño niño Jesús -desproporcionado en relación al resto de figuras (¿por qué esa manía curil de poner a los Niños Jesuses desproporcionados?)-, la mula (que a mí me recordaba a mi vecina) y el buey (a su marido, remenber). Y detrás del niño y en medio de semejantes vecinos míos (mula y buey) un Super Angelote revestido con toda clases de túnicas y con una farola en mano en la cual un teatino Padre colocó una esquela en la que se podía leer: "Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra, Paz a los Hombres de Buena Voluntad". Un Angel Horrible que desentonaba tremendamente con mis vecinos y con el niño desproporcionado.

Yo me pasé la Misa del Gallo mirando a ese tremendo Ángel. En solitario quizás hubiera resultado decorativo para mi entradita, pero en aquel Belén tan desastrado resultaba feísimo.

Miraba al Ángel en las lecturas, en el sermón -¡siempre es el mismo! Yo creo que el Párroco lo tiene escrito y lo lee todos los años-, en el ofertorio, en la consagración, en la comunión y camino de "besar al niño"... horroroso.

Y es que, es decepcionante encontrarte con semejante Ángel en las pocas ocasiones en que uno va a una celebración religiosa. Al menos, el párroco podía haberse dado una vuelta por los blogs de internet e inspirarse para decorar a mis vecinos (dicése, la mula y el buey) con unos de esos angelitos que preceden el texto. Pero es que ni la Iglesia es ya lo que era.

Cuando escucho el relato evangélico del anuncio del nacimiento del Mesías por boca de un ángel a los pastores, yo me lo imagino como las susodichas ilustraciones. Y entiendo que un ángel no iría por ahí con esos ropajes y esas túnicas que luce el de mi parroquia. Por eso, para el año que viene, sugeriré a la Institución una actualización de semejante figura.

Al menos, mis vecinos se sentirán mucho mejor acompañados.

Eso sí, me queda el consuelo de la Imaginación de Bruto, que me ha pensado estupendamente en estos días. ¡Gracias Bruto!. Eso sí que es un Ángel.


Fotos cedidas, donadas y regaladas por jahhy