LAUDA EUM

Y después de 70 años de silencio, volvió a cantar.

Año 1936. El 18 de Julio se produce el levantamiento militar contra la República. Media España se alza contra la otra media y comienza la Guerra Civil, lucha fraticida en la que se ven sorprendidos los ciudadanos de un País balcanizado y dividido en lo que entonces se denominaba "derechas" e "izquierdas". Pero gran parte del pueblo se ve obligado a estar en uno de los dos bandos, simplemente por cuestión territorial. Empieza una guerra que durará tres años y durante la cual las dos partes se dedican a exterminar al contrario, depurar al opositor y eliminar al disidente en cada uno de sus territorios.

Cuenca permanece fiel a la II República y es entonces cuando empieza, también aquí y en toda la provincia, la persecución.

A los pocos días, pueblos y aldeas se ven invadidos por hordas de izquierdistas, marxistas, comunistas, anarquistas y descabezados que confundiendo la lucha social con la incultura empiezan a debastar todas y cada una de las iglesias, conventos, ermitas y centros religiosos existentes en la Provincia. Haciendo alarde de un seudoanticlericalismo, la incultura de estas gentes produce la mayor destrucción cultural hasta el momento conocida en España -después de la Guerra de la Independencia-: El 95% de las Iglesias y conventos de toda la provincia son arrasados con todo lo que contienen dentro. Preciosas pinturas de los mejores pintores españoles y europeos, cuadros del Greco, Murillo, Tristán, Ricci e infinidad de pintores locales son arrojados al fuego. Tallas de infinito valor artístico, románicas, hispano-flamentas, góticas, renacentistas y barrocas son troceadas y usadas como material de calefacción. Retablos destruidos, campanas, archivos históricos valiosísimos -muchos de ellos con libros y legajos únicos que se han perdido para siempre-, archivos parroquiales y joyas de orfebrería de los mejores plateros castellanos son arrasadas o vendidas a coleccionistas extrajeros. Muchas de ellas se encuentran ahora mismo en los mejores Museos Europeos. Otras no tienen esa suerte y son fundidas para financiar una larga y costosa guerra.

Más de 500 órganos son destruidos en la Provincia. Sólamente se salvan los órganos catedralíceos y el de la Parroquia de un pequeño pueblo de 1000 habitantes: Villar de Cañas. El pueblo de mis ancestros.

Pues bien. Hoy ha empezado a sonar de nuevo. A pesar de la destrucción parcial a la que fue sometido y habiéndole expoliado todos y cada uno de sus casi mil tubos, el órgano salvó su estructura, caja y maquinaria. Sólo ha hecho falta una inversión de casi 16 millones de pesetas para devolver al órgano su antiguo esplendor. Gracias a las aportaciones de los vecinos del pueblo y de los organismos públicos, hoy el órgano suena como canto de ángeles.

Nunca había tenido la ocasión de oir un instrumento así. Pero he de deciros que es impresionante. Oirlo es como subir a otro mundo. No me extraña que en cada una de las iglesias hubiera uno de ellos... porque es como transportar al oyente a la divina presencia. O hacer la divina presencia presente entre los oyentes.

Dicen que el organista Julian de la Orden lo creó en 1760 y que sirvió como prueba y maqueta para la creación de los otros dos fastuosos órganos de la Catedral de Cuenca que también han sido restaurados.

Después de estar silenciado más de 70 años, es una experiencia única volver a oir de nuevo aquellos sonidos que tus antepasados oyeron en las ceremonias religiosas, que acompañaron los días de fiesta y los días tristes de Requiem; disfrutar de nuevo lo que distrutaron tus bisabuelos y recrearte con esos sonidos celestiales.

El artista, después de su creación, no dudó en colocar en la alto de la caja las palabras exactas que su obra habría de inspirar: LAUDA EUM IN CORDIS & ORGANO -"Alabémosle con el corazón y con el órgano"-. Otro letrero más en la lista de los que me voy encontrando.