Mil euros en un pueblo es el mismo dinero que en una ciudad. O más bien, puede llegar a serlo. En realidad, mil euros son los mismos euros en todos los lugares. Pero, en un pueblo como el mío, mil euros pueden solucionarte muy bien la vida. Sobre todo cuando de trabajar se trata durante cuatro horas, tres días a la semana.
Dicen que tenemos una crisis galopante: se oyen quiebras bancarias, caídas estrepitosas de las bolsas mundiales, aumentos y repuntes espectaculares del paro, caídas del consumo familiar y quiebras de empresas inmobiliarias. Eso, por no hablar, de los impagados en el sector inmobiliario cuyas hipotecas se están ejecutando sin que exista el mínimo interés por parte de ningún subastero.
Pero, yo, que uso como parámetro los contenedores de basura de mi calle, no veo crisis por ninguno de sus flancos. Este fin de semana, sin ir más lejos, los contenedores de mi barrio estaban repletos de todo tipo de elegantes bolsas a propósito compradas para su adorno -porque yo, he de reconocerlo, tiro la basura en las bolsas del Carrefour-. No es que yo tenga diagnosticado un síndrome de Diógenes y vaya por ahí removiendo las basuras, sino que simplemente, con su mera observación, tiendo a evaluar el alcance de esta posible crisis.
Y... este fin de semana, he tenido ocasión de ver que la basura de mis contenedores más cercanos es realmente elegante. Está muy bien vestida y alimentada. Bolsas elegantemente repletas de todo tipo de enseres, botes y botellas de alta calidad y marcas de alto estanding.
De ahí que "La Gregoria" -ésta sí diagnosticada médicamente en la referida enfermedad- esté tan contenta. Por eso y porque el Alcalde de mi pueblo no encuentra a nadie que por 1000 euros retire esas basuras en los días y horas antes mencionados. Y ahí encontramos a "La Gregoria" removiendo "como loca" los abultados contenedores donde encuentra todo tipo de tesoros:
Dicen que tenemos una crisis galopante: se oyen quiebras bancarias, caídas estrepitosas de las bolsas mundiales, aumentos y repuntes espectaculares del paro, caídas del consumo familiar y quiebras de empresas inmobiliarias. Eso, por no hablar, de los impagados en el sector inmobiliario cuyas hipotecas se están ejecutando sin que exista el mínimo interés por parte de ningún subastero.
Pero, yo, que uso como parámetro los contenedores de basura de mi calle, no veo crisis por ninguno de sus flancos. Este fin de semana, sin ir más lejos, los contenedores de mi barrio estaban repletos de todo tipo de elegantes bolsas a propósito compradas para su adorno -porque yo, he de reconocerlo, tiro la basura en las bolsas del Carrefour-. No es que yo tenga diagnosticado un síndrome de Diógenes y vaya por ahí removiendo las basuras, sino que simplemente, con su mera observación, tiendo a evaluar el alcance de esta posible crisis.
Y... este fin de semana, he tenido ocasión de ver que la basura de mis contenedores más cercanos es realmente elegante. Está muy bien vestida y alimentada. Bolsas elegantemente repletas de todo tipo de enseres, botes y botellas de alta calidad y marcas de alto estanding.
De ahí que "La Gregoria" -ésta sí diagnosticada médicamente en la referida enfermedad- esté tan contenta. Por eso y porque el Alcalde de mi pueblo no encuentra a nadie que por 1000 euros retire esas basuras en los días y horas antes mencionados. Y ahí encontramos a "La Gregoria" removiendo "como loca" los abultados contenedores donde encuentra todo tipo de tesoros:
-¡Gregoria! ¡Ya estás de nuevo removiendo el contenedor!. Pero, ¿qué te piensas que vas a encontrar en ellos?.
-"¡Pos, mira!. Hoy he encontrao este cuchillo jamonero bien güeno. ¿Qué tas pensao tú? ¡En los continidores éstos hay muchas cosas que tira la gente que están mu bien!... ¡Pos no tengo yo cosas güenas de estos continidores!... ¡Es que la gente está mu sobrá!
Y ahí sigue "La Gregoria" con su Síndrome recogiendo los verdaderos tesoros de esta crisis. Y es que, "La Gregoria", cual colección de Altaya, del ABC o de los suplementos de El País, ha recopilado vajillas enteras de los contenedores de mi pueblo. ¿Para qué suscribirse a ninguno de estos periódicos? -dice ella- ¡si en los contenedores se encuentra de tó!.
Y, visto el estado de la situación, a "La Gregoria" se le auguran unos días muy felices. Mi alcalde y eso que es del Partido de los Trabajadores -o, al menos, eso dice él que tiene enchufada a media familia en la política provincial e incluso de la Comunidad Autónoma-, sigue sin encontrar trabajadores para recoger los tesoros de "La Gregoria".
-Pos dicen que no encuentran a nadie pa recoger la basura -decía ayer una vecina.
-Pos, ¡hostia!, anda que no les pagan. Mil euros que ya los quisiera yo pa mí -decía la otra.
-¡Mía tú... y mi chico en el paro! -decía "La Bonifacia".
-¡Coño, decía "La Maruja", pos que llamen a tu chico pa coger la basura!.
-¡Tú estás loca, Maruja! ¡Pos cómo vas a comprender tú que mi chico va a venir a coger la basura con lo mal que huele! ¡Tú estás loca!... ¡Mi chico no está hecho pa coger la basura! ¡Pos no le darían a mi chico arcás! ¡Mi chico no vale pa tó ésto!
-¡Ah!, pues nada, Bonifacia... Que siga tu chico en el paro... ¡qué le vamos a hacer!
Mientras tanto, "La Gregoria" sigue tan feliz y tan contenta con su basura. Que es su estado ideal... ¡Qué se llene todo el pueblo de basura! ¡Ella sería eternamente feliz! Así, el común de los mortales que la producimos a toneladas y que nos negamos a recogerla por mil euros, podemos seguir cobrando los subsidios del Paro.
Definitivamente, este mundo está loco, muy muy loco.
-"¡Pos, mira!. Hoy he encontrao este cuchillo jamonero bien güeno. ¿Qué tas pensao tú? ¡En los continidores éstos hay muchas cosas que tira la gente que están mu bien!... ¡Pos no tengo yo cosas güenas de estos continidores!... ¡Es que la gente está mu sobrá!
Y ahí sigue "La Gregoria" con su Síndrome recogiendo los verdaderos tesoros de esta crisis. Y es que, "La Gregoria", cual colección de Altaya, del ABC o de los suplementos de El País, ha recopilado vajillas enteras de los contenedores de mi pueblo. ¿Para qué suscribirse a ninguno de estos periódicos? -dice ella- ¡si en los contenedores se encuentra de tó!.
Y, visto el estado de la situación, a "La Gregoria" se le auguran unos días muy felices. Mi alcalde y eso que es del Partido de los Trabajadores -o, al menos, eso dice él que tiene enchufada a media familia en la política provincial e incluso de la Comunidad Autónoma-, sigue sin encontrar trabajadores para recoger los tesoros de "La Gregoria".
-Pos dicen que no encuentran a nadie pa recoger la basura -decía ayer una vecina.
-Pos, ¡hostia!, anda que no les pagan. Mil euros que ya los quisiera yo pa mí -decía la otra.
-¡Mía tú... y mi chico en el paro! -decía "La Bonifacia".
-¡Coño, decía "La Maruja", pos que llamen a tu chico pa coger la basura!.
-¡Tú estás loca, Maruja! ¡Pos cómo vas a comprender tú que mi chico va a venir a coger la basura con lo mal que huele! ¡Tú estás loca!... ¡Mi chico no está hecho pa coger la basura! ¡Pos no le darían a mi chico arcás! ¡Mi chico no vale pa tó ésto!
-¡Ah!, pues nada, Bonifacia... Que siga tu chico en el paro... ¡qué le vamos a hacer!
Mientras tanto, "La Gregoria" sigue tan feliz y tan contenta con su basura. Que es su estado ideal... ¡Qué se llene todo el pueblo de basura! ¡Ella sería eternamente feliz! Así, el común de los mortales que la producimos a toneladas y que nos negamos a recogerla por mil euros, podemos seguir cobrando los subsidios del Paro.
Definitivamente, este mundo está loco, muy muy loco.
12 comentarios:
Junto al mar hay muchas gregorias. No hay crisis. Los bares han estado llenos, las playas abarrotadas, los bares de noche con lista de espera y los contenedores de la zona donde vivo arrojan cierta basura que a más de una familia les solucionaría el sistema de decoracion y muebles de sus casas. Todo es un invento para que los pobres se acojonen mientras los ricos viven como siempre: Bien
Y es que reitero... ¡cómo me gusta leerte!
Sacas tema de cualquier momento cotidiano, lo estudias y lo resumes. Y lo narras tan bien, que es un auténtico gráfico a nuestros ojos, pues rápidamente identificamos todos a la Gregoria, la Bonifacia y demás lugareñas.
Por cierto, que vaya hijo fino que le ha salido a la Bonifacia. Por 1000 euros y tan pocas horas de trabajo, ya retiraba yo la basura de tu pueblo...
Un placer pasar por tu casa, Ángel, a pesar que me hagas regar las plantas.
P.D. Yo tiro la basura en bolsas del SPAR.
Besos.
Yo uso también bolsas del Carreful... 1000 € y ese horario... no sé si es compatible con mi horario.
Hay un montón de trabajos que la gente no hace y prefiere no cobrar nada y vivir con papá o aguntar del paro antes de hacer algo que considera indigno de él (que lo hagan otros)...
Después de leer este artículo, habría que volver a reconsiderar a qué llamar 'basura'...
Me ha gustado :)
...y la culpa de todo la tiene Zapatero, claro.
La verdad es que es un problema lo de las basuras, igual tenian que hacer que lo recogieran obligatoriamente los que cobran como servicios a la comunidad.... no? Otra cosa es que lo hagan con su coche particular, claro, jajaj
Me encantan tus abuelas de pueblo, casi las veo con la "salla" y el pañuelo en la cabeza, jajaja como las de Forges.
bezos
Sturtifer: Sí... debe haber crisis. Crisis para los grandes capitalistas y grandes empresas millonarias que ganan la mitad de lo que antes ganaban. Pero, para el pueblo llano que sobrevive con mil euros o menos, no hay crisis. Vivir suele ser una crisis contínua... y las demás crisis no nos afectan. Cuando uno vive discretamente económicamente hablando, esas crisis le pasan desapercibidas. Lo único que teme es el Caos.
Besos!!! -espero mis escaleras!-
Mario: Mis plantas están mucho más alegres desde que tú las riegas. Y tengo que oirlas decir, durante todas las tardes: "¡Queremos las aguas de Mario, queremos las aguas de Mario!". Defenifivamente, voy a tener que traerte a vivir a casa.
Gracias por tus palabras. Me gusta que te guste. Es lo mejor que podrías decirme.
Un beso, dos, tres, Mario.
HM: Para mí es un trabajo muy digno. Sólo tiene el inconveniente de saber conducir ese tremendo camión de las basuras... que yo sería incapaz de controlar dada mi poca pericia en la conducción. De todas formas, estamos perdiendo la cabeza; es increible encontrar a gente que prefiere estar en el paro antes que realizar ese trabajo, por ejemplo, que es igual de digno que los demás. A fin de cuentas, todos iremos -antes o después- a parar a la Basura... y es una virtud darle digna sepultura.
Besos.
Alfonso: Gracias por tu presencia por estos lares. ¿Qué es la Basura?... pues, tendríamos que pensar muy mucho... hay muchos tipos de Basuras... incluso, nosotros, llegaremos a serla algún día. No sé por qué tantos remilgos para poderla recoger.
Besos.
Mi Thiaguín!... jajjaj!... Zapatero no tiene la culpa... pero quizás habría de hacer un curso práctico para dilucidar qué y qué no puede ser basura política. Hoy mismo, El T.Supremo ha decidido que las listas que Zapatero promovió en su afán negocidor (ANV) son Basura... basura ilegal que hay que recoger. Nos tocará al pueblo llano preparar las palas, y pagar esa partida. Porque tal basura seguirá cobrando de nuestros impuestos -Sí, de lo que me retienen a mí, a tí, a nuestros padres y al resto de ciudadanos- durante el resto de años que quedan para las próximas elecciones. Quizás si las tuviera que recoger el Sr. Zapatero se daría cuenta de que hay cosas que huelen muy muy mal. jajajaj!!!!
Forges aprendería mucho de las abuelas de mi pueblo... jajaj!! Sin lugar a dudas. Son auténticas! jajaj!!
Besos Plateados, Thiaguín!!!
Qué cari, ya la han recogido....? Es que nuse, por aquí ya me huelo algo, jajaja
Bzos
A ver, Divino Thiaguín!
A ver! ¡a ver qué es lo que tú te hueles! jajajaj!!!!
Es que... tienes un olfato! jajajaj!!!!
Más besos!!!
Una crítica original y muy bien escrita.
Me encanta leerte.
Besos (que no te los robe La Gregoria).
Claro, tiene que ser el hijo la Bonifacia, ¿y por qué no la tira el hijo del alcalde?
Oye Ángel, he leido, y no sé dónde, que tienes otro blog, "utopía", pero no lo encuentro ¿o me lo he inventado?
Gracias, Rocío, por tus palabras. Es todo uno honor para mí encontrarte aquí. No dejaré a La Gregoria -a pesar de que le tengo un cariño vecinal- que me robe ese tesoro!. Besos, Rocío!
Bala... jajaj!!!. Un placer, igualmente, encontrarte por aquí. Y sí, es una utopía que yo pueda tener otro blog! jjajaj!!!... No sé si lo has soñado, imaginado o confundido con otro Ángel... pero el caso es que el nombre está muy bien: "Utopía"...
¡Ay bala!... ¡el hijo del Alcalde está predestinado a "mejores" puestos, de ésos que se otorgan a dedo... y para los cuales no te tienes que colocar guantes!!!... jajaj!!!
Un abrazo, Bala!
Mil euros por ese horario de trabajo n está mal. Y tampoco lo está lo que hace esa mujer. Lástima que el recoger se enquista y enfermiza y se convierte en Diógenes, pero habría que darle una patada a tanto comprar y tanto tirar. Saludos
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