SAN LORENZO

-Esto pasa por no sacar al grande antes que al chico! -gritaba La Chata!.


-Pero Chata! -así la apodan en el pueblo por la esencia y forma de su nariz- ¿qué es lo que dices?


-Que eso pasa por no sacar al grande antes que al chico. Ya te lo digo yo, ¡hostia!, hazme caso, ¡que ya te lo digo yo!


-Pero no entiendo nada de lo que me dices, Chata! ¿A qué te refieres?


-¡Pero Hostia! ¡Es que paeces de "Arbacetes". ¿Pero es que "notas enterao" de lo "ka pasao" en el pueblo?. Es que no "paeces daquí"... Ya se lo digo yo a tu madre: ¡Tú chico "no paece daquí, paece de Poveda!... No s,entera de ná lo que pasa en el pueblo!.


-Bueno, Chata! Si no te explicas, no voy a entenderte. No sé a qué te refieres con el grande y con el chico.

-!Ay copón! ¡qué gilipollas estás! ¡To te lo tienen que explicar! !Tó! ¡Así como vas a encontrar novia... si estás agilipollaó!-dijo La Chata, mientras se encaminaba hacia su pequeña mansión residencial-



Cada año, durante estos días de San Lorenzo y de sus famosas Perseidas, me acuerdo de las afamadas "Rogativas" veraniegas del Pueblo. En una Castilla profunda, donde el verano alcanza una temperatura de cuarenta grados a las tres, sus calles desérticas son una amenaza para los habitantes que se refugian en sus casas de cal y canto bien alicatadas y pintadas de blanco.


Tales años de calor (en los que la lluvia escaseaba) siempre llevaban aparejados las famosas "Rogativas". Es decir, el Profeta del pueblo, ante el insistente calor y la falta de lluvia, iba anunciando por las calles la necesidad de Rogar al Santo de turno la llegada de las aguas veraniegas tan necesarias para las cosechas. Cuando un número adecuado de feligresía -sensu populi- consideraba que tal "Rogativa" era necesaria, se acicalaba con sus mejores galas al Santito Patrón, se le colocaba en sus andas y se iniciaba la procesión. Con cánticos, oraciones, salmos y responsos, se pedía al venerable mártir, casta patrona o virgen matrona la caida de la tan deseada lluvia. Con salida en la Iglesia o ermita afamada, el Santo iba recorriendo las calles del pueblo -y en ocasiones hasta los caminos del campo- acompañado de todos sus habitantes que rogándole -amenazándole- le pedían agua.

Yo nunca tuve clara la eficacia de tal proceder. Sé de Santos Patrones que han acabado en el río porque hicieron caso omiso a su pueblo o de santos patrones que terminaron su vida devocional en un pozo ante el cabreo generalizado de la población que harta de sacarlo en procesión sin que les mandara el líquido elemento, acababan lanzándolo al lugar más profundo de la localidad. Pero lo cierto es que, en mi Pueblo, y en ocasiones varias, el Santo Patrón -nuestro San Lorenzo Bendito- tuvo a bien enviarnos un agua dulce y suave que mucho bien hizo a las cosechas.

Pero, he aquí, que una Beata hermandad tuvo la idea de construir una pequeña ermina a nuestro Santo Patrón -nuestro San Lorenzo Bendito- en las afueras del Pueblo. Y como el común de los habitantes se negó a que nuestro Santo Patrón -nuestro San Lorenzo Bendito- fuera trasladado a esa "cochanbre" de ermita, a la Venerable Hermandad de San Lorenzo "el Chico" no le quedó más remedio que comprar una pequeñita figura del Santo... que, claro!, en nada se puede comparar a nuestro Santo Patrón -nuestro San Lorenzo Bendito "El Grande"-

Y claro! !cuál no fuera el atrevimiento de esa maldita hermandad en un día 10 de Agosto de 199-(no recuerdo exactamente el año)! ¡sacar a San Lorenzo "El chico" en procesión y rogarle que nos enviara agua! ¡Qué atrevimiento tan grande y qué humillación para Nuestro Santo Patrón -nuestro San Lorenzo Bendito "El Grande"- que de pronto vió, como un recién llegado -también San Lorenzo- era priviligiado a la hora de sacarle en procesión, humillando a Nuetro Santo Patrón -San Lorenzo Bendito "El Grande"-

Cuando el pueblo se dispuso -aquel año- a festejar en procesión, unas horas más tarde del mismo día 10 de Agosto, a Nuestro Santo Patrón -San Lorenzo Bendito "El Grande"-, nuestro santo descargó su furia entre rayos y centellas, Watios y Voltios y ruidos varios, con un pedrisco (bolas de hielo del tamaño de un puño cerrado) que hizo que la Administración declarara toda la zona en 30 kilómetros a la redonda, Zona Catastrófica. Nada se salvó... bueno! Sí! ¡sólo se salvó Nuestro Santo Patrón San Lorenzo "El Grande", que ese año no permitió -a causa del agravio padecido- que lo sacaran en procesión... y vió caer el Pedrisco desde la puerta de la Iglesia mientras todo el pueblo corría a refugiarse en los soportales vecinos.

Desde entonces... en mi pueblo veneramos muy muy mucho a Nuestro Santo Patrón San Lorenzo "El Grande" y no queremos saber nada de "El chico"...



-¿"Tas enterao" ya, gilipollas? -Me explicó la Chata- El pedrisco que nos ha venio ha sio por no sacar al grande antes kal chico! ¡que no te enteras! ¡Que es que paeces de Poveda!



PD Aunque parezca increible, ésta fue la interpretación de La Chata ante el Pedrisco acaecido hace unos años en mi localidad. ¿Religión? ¿mito?... Pero, según diría La Chata: "Pos, si vosotros no os lo creeis, a mi me da lo mismo... pero tó sa debio a no sacar en procesión al Grande antes kal chico. A mí no hay naide que me lo quite de la cabeza... tó, por no sacar al Grande antes kal chico!