Eloise

Hoy me he encontrado con Eloisa.

Eloisa es una señora de mi ciudad que conocí hace años estudiendo en la Universidad de mi ciudad.

Me ha dado mucha alegría saludarla de nuevo pues hacía años que no la había visto y me ha devuelto un sabor melancólico de añoranza de aquellos días casi de niñez. Eloisa era catequista en una de las Parroquias de mi ciudad y era una de esas señoras que se desvivían/desviven por los ñiños del barrio organizando todo tipos de eventos parroquiales.

Cuando veía yo a Eloisa en aquellos años, siempre entonaba para mis adentros la famosa canción de Tino Casal. Y no es que Eloisa obedeciera a los cánones estéticos de dicho personaje ni fuera un reflejo de la "Eloise" de Tino. No... Eloisa era una chica de las típicas señoras solteras que vivían con su mamá a la que dispensaba todo tipo de ciudados. Era la típica "solterona" -apelativo éste muy cruel en estas ciudades provincianas- que vivía enfrascada en su mundo parroquial. Una señora buena, de sonrisa abrazadora y de las que cuando te encontraban por las calles eran temibles puesto que podían estar tres horas seguidas hablando mientras que tú veías que llegabas tarde a la Universidad o a comprar la barra de pan en la panadería.

Hoy me he encontrado de nuevo, después de muchos años, con Eloisa. Y he de reconocer que me ha invadido una pena tremenda. Eloisa vió morir a su madre a la que dedicó todo su empeño en estos años y tras sufrir una dura enfermedad, salió a flote después de una larga lucha contra el cáncer. Después de besarla cariñosamente, me ha contado que iba a la revisión médica periódica. Tenía mucho miedo -me ha confesado- porque nunca sabe lo que pueden decirle en cada una de las revisiones. He intentado animarla, mientras que en mi interior consideraba que hubiera sido mejor no ir hoy al trabajo y acompañar a Eloisa a su revisión médica. Hubiera sido una labor más productiva, más constructiva y más rentable.

Es duro vivir con una amenaza contínua. Pero es reconfortante ver la esperanza de gente que como Eloisa luchan contra el cáncer diariamente sin abandonar su sonrisa.

Espero y deseo, Eloisa, que todo siga muy bien. Porque, sin lugar a dudas, lo mereces.