miércoles, 21 de marzo de 2012

Rebeldía

http://losarchivosdelviento.blogspot.com.es/2012/03/rebeldes.html

Siguiendo con las consideraciones de Andrés "El Homógrafo" y meditando estos días sobre el Malafollamiento que ha tenido uno en la vida, hoy he leído un estupendo Panel de RobertoT sobre la Rebeldía y sobre cómo a lo largo de la Historia el "Ser Rebelde" se ha ido manifestando en Personajes de carne y hueso. A pesar de mi convencimiento sobre el conformismo en que generalmente estamos inmersos, es cierto que los tiempos nos han ido dejando ejemplos más que patentes de Personas rebeldes que han iluminado el aburrimiento diario del transcurrir de los días.
Podríamos escribir entre todos un Tratado sobre la rebeldía, sobre qué es ser rebelde en nuestros días y sobre si el serlo puede ser heroico tal y como están las cosas.
Más allá de estas triunfales consideraciones y de que yo tenga una naturaleza intrínseca rebelde por soportar diariamente al Géminis que llevo dentro, nunca me tuve por un Rebelde extrínseco hasta que un día un Santo Padre me dijo en el internado (miembras nos abroncaba a mí y a un amigo mío): "¡Fulanito! ¡A tí ya ni te digo nada, ni me molesto en perder el tiempo contigo, ni merece la pena que gaste palabras! ¿Por qué? ¡Porque sé que todo lo que te diga te entrará por un oido y te saldrá inmediatamente por el otro!"....
Pues, ¡vaya Plan!... ¡hombre! una sabía desde muy chico que era Géminis y que era influenciable por el estado de la Luna, pero yo no tenía un convencimiento tan grande sobre mi Rebeldía. No era consciente de ella, ¡qué quereis que os diga!.
Es cierto que yo siempre me he conocido en mis vicios y en mis virtudes y he mantenido por tanto que a pesar de los años nada ni nadie me ha hecho cambiarlos. Rechazo por tanto que alguien o una institución me hubiera podido insuflar más virtudes que las que tenía o quitar todos los vicios que arrastraba y, cuando sale el tema de supuestas técnicas, personas o entidades capaces de enderezar o desenderezar a las personas, yo siempre me he negado a admitir que mi bondad o mi maldad tuvera arreglo y que por tanto, a nadie he debido las cosas buenas de mi personalidad ni a nadie he debido las cosas malas de la misma que he arrastrado siempre. O sea, que intuyo que mi personalidad hubiera sido tal cual es, tanto como si hubiera estado en un Convento de Clausura (en este caso, me hubiera cepillado a todos los jóvenes frailes) o en esas barriadas de Vallecas (que dicen ser malísimas y que uno desconoce)
Ya!... ya sé que es una idea exagerada... pero teneis que entender el transfondo: quizás por eso, el Santo Cura me dijo que "yo no tenía remedio"...
Claro que ahora que lo pienso, recuerdo una anécdota de Malafollamiento y Rebeldía por aquellos días, que creo marcó la consideración sobre mi tierna persona:
Sicilia, años... (¡años!)... Un tierno estudiante de Bachillerato no podía soportar las películas que en su colegio se proyectaban para entretener al personal y durante aquellos sábados y domingos de atardecer peliculero, tenía la costumbre de irse con otro amigo suyo a charlar en algún lugar recóndito del edificio (he dicho, charlar... Pimfito... no trincar!)
He aquí que estando escondidos mientras que el amigo de esta tierna persona estaba fumando, apareció lo que vulgarmente se llama "un cura".
Cura amenazante dice al que aquí suscribe mirándolo con faz perruna: "¿Ustedes qué hacen aquí?"
El tierno infante -o sea, yo-, responde: "Pues pasando la tarde porque no soportamos esas estúpidas películas que nos ponen en este Sagrado edificio".
Cura, alterado, dice: "Pues ahora mismo va a ir usted a ver esa estúpida película".
Tierno infante principesco, responde: "De ninguna de las maneras voy a ir a ver esa inaguantable película soporífera".
Cura agresivo, dice: "O va usted ipso facto, o le doy dos tortas (¡vamos! lo que el pueblo llama hostias, o sea... dos guantazos bien dados y con sonido).
Tierno infante Principesco mira con asombro y responde con cara de indignación: "Por imperativo legal y ante tal amenaza, me veo obligado a ver la película porque ante la disyuntiva de dos tortas o de ver la soporífera película, prefiero lo segundo".
Cura dice: "Pues ahora mismo le acompaño para verificar su sinceridad"
Cura y Tierno infante bajan las escaleras del Claustro y se dirijen al lugar donde se está proyectando una película de Conan el Bárbaro. ¡Horrorosa! ¡Insoportable!
Todo el público mira cómo entra el Tierno Infante a ver la película. Pero el tierno infante no se sienta en la butaca y se pone en el centro de la estancia mirando en sentido contrario donde se está proyectando la Insoportable película. O sea, a la pared que hay enfrente donde no se proyecta nada.
Cura, mientras tanto, mira agresivamente al tierno infante que con el rabillo del ojo ve ponerser rojo al clero mientras que tiene el convencimiento de que va a soportar dos Hostias en público. Pero Cura Agresivo no se atreve a cometer ese latrocinio... y Tierno Infante Principesco sale indemne de la acometida, mientras que Cura Agresivo lo odio intensamente y eternamente.

Creo que desde ese momento, me he mantenido en semejante grado de Rebeldía... o Malafollamiento, que diría Andrés.

9 comentarios:

Roberto T dijo...

Jajaja, un aplauso para Tierno Infante. Sí, señor, un buen rebelde sabe retar y poner contra las cuerdas a cualquier facineroso con aires de superioridad, y ser ♪♫"como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie"♪♫. O como dijo el sabio filósofo Bruce Lee: "Be water, my friend", jajaja. La rebeldía, la rebeldía auténtica, es decir, con causa y motivo, surge de la entereza de carácter y de la humildad de espíritu. No sé si en ello cuenta tanto la influencia de los astros como la educación recibida en los albores de la vida, pero seguro que hay algo de cada cosa. Además, el rebelde en el fondo da miedo y quita el sueño al facineroso, porque sabe que con argumentos lógicos no puede contradecir la postura del rebelde, y por eso opta por el recurso de la fuerza (revelando, con V, su pobreza de espíritu). Y si el rebelde es, además, "malfollaó", hay que temerlo de verdad, jeje. Pobres curas, jajaja. Yo recuerdo que cuando estaba en el Instituto los alumnos decidieron hacer huelga por un motivo estúpido e trivial, y a mí me parecía tan absurda la propuesta de mis compañeros (y que en el fondo buscaban, además, una excusa para faltar a clase), que decidí no secundar la huelga, y fui el único alumno que acudió ese día a clase en todo el centro. Y los que promovieron la huelga jamás tuvieron cojones para decirme a la cara que hice mal, porque realmente los dejé a todos con el culo al aire, y sabían que yo soy de los que "donde las dan las toman". Una vez también en la Facultad, mis compañeros se rieron porque me tocó hacer un trabajo de un tema difícil y que debía exponer durante dos horas seguidas. Pues donde me las dieron las tomé, e hice un trabajo tan completo que luego me tuvieron que aguantar dos horas hablando sin parar, hasta que tuvieron que ondear la bandera blanca, jajaja. En fin, retar a un rebelde puede salir caro, jajaja. Gracias por citarme, y te felicito de nuevo por esa rebeldía. Besos.

Joaquinitopez dijo...

Tu te libraste de las hostias pero algunos nos las llevamos no ya por actos de rebeldía sino por la simple idea de los mismos. No sólo hostias: chantajes emocionales, culpabilizaciones, machacamientos mentales y verbales. En fin que aunque soy capricornio y por tanto "insistente" me curaron la rebeldía...exterior.
Por otro lado, al contrario que tú, pienso que siempre se puede mejorar incluso en la maldad por que ser malo, un verdadero mal chico... puede ser muy bueno.
Un abrazo

Pimpf dijo...

Jajja, angelillo, lo que vd. Llama rebeldía en mi tierra lo llamaríamos en este caso, terquedad, y todo por no dar su brazo a torcer, quizá sea una cualidad de los géminis, de uno de ellos al menos. Es que vamos, a tu lo que te jodió fue que estropease tu romántica charla, porque vamos, decir que Conan es un truño no tiene nombre, lo veas por donde lo veas, es un clasicazo.

Bicos ricos

Anónimo dijo...

Jajajaja....me he imaginado toda la escena, como cuando en la peli de EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS, toda la clase se sube a las mesas diciendo aquello de ¡OH, CAPITÁN, MI CAPITÁN!... me he sentido orgulloso de ti, de ese niño rebelde, jejejeje..... un buen ejemplo de malafollá....sin duda....

Thiago dijo...

Pues yo, que te tengo manía,
no veo tanta rebeldía,
pero si le limpias el culo a tu tía,
para heredarla algún día,

Sabes, cari, a mí tb. me pillaron una vez las monjas fumando en el baño con otro dentro... Lo conté en mi blog y ahora me lo has recordado. Era un post muy divertido...


Por cierto hay algo para tí en DIALÉCTICA... Rebelde, que eres un rebelde, jajaaj pero con el rabo pequeño.

Thiago dijo...

Yo el blog lo veo bien, cari....

Parmenio dijo...

Yooooo soy rebelde porque el mundo me hizo asiiiiiií... que decía la canción :)

No sé si los géminis son rebeldes por naturaleza, pero lo que sí son es contrarios a la imposición sin razonamiento. Basta que te digan un "porque sí" para que te empeñes en hacer justo lo contrario... también "porque sí" jajaja

Me habría encantado ver la cara del cura cuando te volviste hacia la pared. Sólo te falto sostenerle la mirada desafiante. Y es que a veces es muy gratificante "sostenella y no enmendalla"

Un beso (de otro géminis)

Z dijo...

jojojo pues tal y como se pone la curia gracias de dar debieras de que la historia terminado no hubiera contigo entre su entrepierna, jajajajajja

Perdón por la salvajada pero es que...

Ay Angelito, si es que ya de muy niñito te tocabas mucho el pito (y a los demás los huevitos, jajajaja)

Hisae dijo...

Nene, como te curras tus post... Menudos reportajes interesantes nos brindas...

Besos.