miércoles, 31 de marzo de 2010

Cernadas




Pues habeis de saber que se llama Segundo Cernadas -no "cerdadas"-. Porque, hoy en día, si no se conoce este nombre, uno no es nadie. Así es que, entérate Thiaguín: Segundo Cernadas es la novedad del momento.
Y gracias a él, yo puedo dormir en la sobremesa después de mi trabajo mañanero arduo y contínuo. Todo hay que reconocerlo.
Y es que, desde aquellos tiempos en que el aquí presente se despertaba con la serie "Los ricos también lloran" en mi más tierna niñez, uno ha añorado estas telenovelas dramáticas; así es que ahora he vuelto a disfrutar de estas series y del papelón de Segundo Cernadas.
Porque, todo hay que decirlo, estas series forman parte del acervo cultural del País. Claro que sí. Todavía recuerdo aquel letrero que quedaba estampado para la posteridad -con muy mala leche, todo hay que reconocerlo- en la casa de los terratenientes del pueblo: Los Ricos también lloran.
Y es que, precisamente en la noche de Pascua, en mi localidad existe una tradición de poner letreros por las fachadas: chascarrillos unos, comentarios inocentes otros, algunos un poco insultantes contra personajes y politiquillos que se han destacado durante el año y otros, como del que aquí se trata, verdaderamente jodientes. Todavía no se ha descubierto a la persona que, aprovechando tan cultural tradición, estampó con pintura imborrable aquel letrero en la enorme fachada de los ricos terratenientes: "Los ricos también lloran", título que haciendo mención a la famosa telenovela, era aprovechado para dar un toque de atención a esos apoderados vecinos.
No hubo forma de borrar el letrero: lo intentaron con lejía, con agua-fuerte, con productos corrosivos. Nada! el letrero estuvo allí durante años y años hasta que los ricos terratenientes se decidieron a pintar completamente los cinco kilómetros cuadrados de fachada que daba la vuelta por todo el pueblo. Y aún así, cuando la pintura secó, seguía leyéndose debajo de ella -como fantasmagóricamente-: "Los Ricos también Lloran". Precisamente, recuerdo pasar por allí con mi abuela -tradicionalmente perteneciente al círculo de terratenientes locales, aunque sin hacer gala de ello- y murmurar en voz baja: "¡Qué mala leche!". Y verdaderamente, era mala leche... porque ni dando con leche se consiguió quitar aquel letrero. Años más tarde, los terratenientes invirtieron los rendimientos de sus 200 hectáreas para picar esa fachada monumental y hacer desaparecer el jodido letrero. Y lo consiguieron por fin.
Por eso, y rezando que en la fachada de mis abuelos nunca se estampe un letrero semejante, me gusta acudir en estas fechas al pueblo. Es un placer levantarse el domingo de Resurrección y leer estos letreretes populares, algunos verdaderamente finos... como aquel en que se hacía mención a la peluquera y esteticista del pueblo, que de un día para otro se decidió a pasar a la vida política siendo vice-alcaldesa. El letrero que le estamparon fué también tremendo: "La Vicealcaldesa se va a forrar, pero no de depilar".
Así es que, a lo que íbamos: que a mí no me importaría que me estamparan al tal Segundo -por dios! qué nombre más feo!- en la entrada de mi vivienda. Si pudiera ser, original y a la hora de la siesta... porque, con esa voz y esa estampa, no me extraña que a la Protagonista de "Bella Calamidades" -que así se llama la blandurria y somnolienta serie y que es un poco tontita la niña- se le caigan las bragas cuando le canta.
Hasta a mí, se me caen los calzoncillos a veces... Y por una explosión.

3 comentarios:

Santi dijo...

Oh, Ángel, por favor, hay que impedir ese matrimonio. Un crío que se apellide Cernadas Calamidades is just too much... jajajaa, qué interresante lo de esa pintura que no se va mas que picando la fachada jaajaja, como los abogados que contaba, ¿quién era?, Valle-Inclán, yo creo, si no.. humm... los abogados que no conseguían borrar, ¿o eran jueces?, humm, la sangre de sus manos; y venga y venga a frotar; cosa que con segundo no te reprocho. Segundo, jesúúúuuuus, el modo de criá un hijo resignado; tú, Segundo for ever, lo cual no es malo jajaja... ays, ya me he quedado pensando en su rabo jajaja

besos

Anónimo dijo...

Pero que mala leche tienen en tu pueblo, ¿no?, joder, a mi no me lleves allí que esas cosas me ponen enfermo, la verdad es que no tienen ni puñetera gracia cuando se ponen hacer comentarios de este tipo, que pueden ser muy hirientes, ozu...

Así que tus abuelos son Terratenientes? ummm, que buen partido tu. jejejejej

Un beso cielo

Thiago dijo...

¡Más cernadas da el hambree! jaj pero cari, siento decirte que este Cernadas a mi no me dice nadas... No es santo de mi devoción, no me mueve a la pasión, no me abre el corazón, no me dejaría por él chupar un cojón...

Vamos que no me gusta, jajaa

Bezos.